En cambio yo tuve que concentrar toda mi atención en lo qué
se decía. El cambio que se planteaba en la revista no solo iba a ser
estructural, también sería conceptual.
Se enfocarían otros públicos.
-
Necesitamos
a alguien que se adapte a cualquier tipo de producto cultural, periodistas
jóvenes, lamentablemente mentes antiguas no funcionarán en este concepto - digo y todos asienten – Propongo que se hagan
dos ediciones mensuales, la tradicional que conservará a nuestro público, y la
nueva que buscará captar la atención de los hijos de los primeros.
-
Eso
es una buena idea, pero económicamente, es un tanto inviable… se requeriría de
buen marketing y recuerda el papel de internet – Mike está hablando.
-
Eso
es fundamental - le digo- la segunda
revista, será solo online para el público general, y física sólo para
subscriptores.
-
Puede
funcionar… - dice un hombre que creo, pertenece al departamento creativo.
-
¿y
qué contenidos piensas utilizar?- este es Mike de vuelta.
-
Para
empezar, todo lo que atraiga a la franja de entre 14 y 25 años, tv, cine,
literatura, música, no quiero ser una segunda seventeen, quiero originalidad, que se planteen los mismos temas
pero desde puntos de vista diferentes, encuadres innovadores.
Todos asienten, técnicamente mi idea es una gran idea, pero
bastante difícil de llevar a cabo y bastante cara. Pero no por algo poseo tanto
dinero, mis ideas y las de mi padre siempre fueron geniales.
Doy por terminada la reunión. Ania es una de las primeras en
irse.
Me estoy volviendo loco. Al otro día de la reunión le pedí a
July que le mandara a Ania un latte, y ella me dijo que no se había presentado
este día.
Ya han pasado dos semanas de ese día.
Por lo que pude averiguar, Ania pidió una semana de
vacaciones que tenía atrasada y después de eso, se reporto telefónicamente
porque tenía que viajar al Comic On de San Diego, para hacer algunas
entrevistas.
Ha sido una puta tortura no saber nada de ella. La primer
semana fue la más difícil, pues no sé dónde carajos se metió (en su casa no
estaba) y nadie sabía nada de ella.
Hable con Mike, el me juró por Shona que no sabía dónde
estaba Ania. Me contó que solía hacer eso con sus vacaciones, desaparecía una o
dos semanas al año. Solía hacer excursiones por el continente o viajar a ver a
su familia.
Cuando menciono a su familia me sentí culpable. Claro,
quizás necesitaba ver a su familia en el otro lado del mundo idiota!
Mike también me explico que habían arreglado que ella se
dedicara a cubrir el ComicOn por todos los contactos famosos que tenía entre
escritores, directores y actores. Mi sangre hirvió cuando me comento que ella
era muy amiga de esos pseudogalanes que han aparecido últimamente.
Hacía dos semanas que me mantenía pegado al celular y
pendiente de alguna actualización en el Facebook de Ania, pero no había ninguna
novedad.
En cuanto a lo profesional, todos los días de la segunda
semana llegaba un mail con el resumen de la jornada del ComicOn y adjuntos de
las notas y entrevistas que había hecho. Todo muy profesional, prolijo y
correcto.
La mujer escribía como pocas. Y eso era una de las cosas que
más me atraía. En vez de escribir un resumen del ComicOn y mandarlo al final de
la semana, ella elaboro una crónica que fue nota principal en la edición online
de la revista. Calculo que también incluiríamos un poco de esta en la edición
tradicional.
El trabajo iba viento en popa. De eso no me podía quejar,
volver a lo cotidiano tenía sus ventajas, a pesar del mal humor causado por la
ausencia de cierta periodista.
Descubrí que July tenía un profundo enamoramiento con Mike,
cuando la famosa Tifanny llego de sus vacaciones y dio todo un espectáculo para
todas las oficinas cercanas a las de Mike.
Por el ruido que salía de allí éramos varios los que
habíamos abandonado nuestras oficinas y labores para comprobar que no estábamos
en la redacción de Playboy.
Como jefe mande a todos a trabajar de nuevo, pero no pude
evitar ver el rostro de July cuando le dije que hiciera sonar el teléfono de la
oficina de Mike.
-
Pero…
Señor Collins, el Señor Stevenson me pidió expresamente no ser molestado. – me
miraba con cara de haber perdido todas las esperanzas, con la cara que
probablemente tenía yo ahora – No creo que demore mucho más…
Auch,
Mike! Eso dolería si estuvieses aquí, pero te lo mereces amigo.
Después de evaluar la situación le dije a July:
-
July,
no tienes que soportar esto. Y además, yo no le pago a mis empleadas para que
mantengan entretenido a mi amigo.
Sin más palabras abrí la puerta del despacho de Mike, y sin
ninguna delicadeza dije:
-
Disculpen
si interrumpo, pero me gustaría intercambiar unas palabras con ustedes dos.- la
mujer que Mike tenía encima de su regazo me miró con cara de sorpresa, luego de
ira, y después de desconcierto – De inmediato.
Salí de la oficina y vi que July me miraba con la mandíbula
más abierta de lo medicamente saludable. Le guiñe un ojo y se ruborizo.
Me sentí todo un Robin Hood en ese momento. Pensaba que
había hecho algún bien para el autoestima de July, me agradaba ella.
Como hace unas semanas defendió a Ania de Natasha, como no
demostraba demás cuando se vestía y como me sonreía de forma pícara cuando le
preguntaba algo de Ania.
Al parecer Ania solo tiene unos cuantos amigos reales en
Londres, Amelia, a quién conocí en la cena. Diego, una anciana, Mike y July,
quién me contó algunos detalles que ayudaron a sobrevivir las eternas dos
semanas que pasaron.
El primer martes me enteré que Ania amaba el color azul,
pero también amaba el negro y siempre tenía problemas para elegir cual usar.
Al día siguiente supe que Ania apestaba en cualquier cosa
que se refiriera a la música, ya sea con instrumentos o cantando (eso ya lo
sabía), pero a pesar de esto sabía mucho de música.
Lo poco que sabía July sobre la familia de Ania era que era
completamente disfuncional. Ella no se hablaba con su padre, amaba a su madre,
tenía una hermana y un hermano.
Con respecto a ellos no me dijo nada muy especifico, ni
siquiera sus nombres, lo que sí me dijo es que ella sentía especial afecto por
uno de sus primos. Eso lo averigüe el jueves.
El sábado pude
sacarle a July que Ania nunca había
salido con alguien desde que July la conocía, y probablemente, pensé para mí mismo, nadie desde Andy.
Eso apenas me permitió dormir el primer fin de semana.
El resto de la otra semana, cuando el único contacto con
Ania eran los e- mails me entere de otras cosas.
Odiaba el machismo y a los hombres misóginos, sentía
desprecio por los racistas y aborrecía a los homofóbicos.
Nunca hablaba de ella, siempre preguntaba o escuchaba sobre
los demás. Le encantaba cocinar, y lo hacía muy bien.
Todavía leía novelas para adolescentes y veía series de
ciencia ficción. Averigüe cuales eran.
Y así llego el día de hoy, lunes. Hacía exactamente dos
semanas de la última vez que la vi. Y también de la primera vez que la bese.
Hoy prendí la computadora y realice una búsqueda intensiva
de los posibles autores que le podrían gustar para dedicarle una canción. Si,
lo sé… muy de adolescente.
Mientras realizaba la búsqueda en Youtube mi cabeza tuvo una
idea. Esperaba no excederme, pero decidí que Ania valía la pena.
Ya tenía la canción perfecta para ella. Tenía la certeza de
que le iba a gustar, pués la escuche cantando una canción de este artista
cuando la visite aquella mañana de sábado.
Sabía a ciencia cierta que una canción no era ni el comienzo
para conquistarla, asique me esforcé. Ese día no trabaje ni un poco. Pero deje
todo listo para el regreso de Ania. Eso era mañana.
Estaba muy ansioso y Dios… la iría a encontrar ni bien
bajara de ese puto avión para comenzar con mi plan.