martes, 14 de abril de 2015

Capítulo 33: Gatos y Ginebra

-         Feliz cumpleaños — le digo a Ania con una sonrisa que sobresale de los límites de mi rostro
-         Hoy no es mi cumpleaños- me dice con un gesto de incredulidad — y aunque sea preciosa no puedo aceptarla. Gracias — entrega la bola de pelos sin nombre en mis manos
-         Ya lo sé, pero fue este año y yo no te regale nada, debía remediarlo — le digo entregándole a la gata en sus manos- Y no puedes dejar a una gatita indefensa sin hogar- le digo poniendo la mejor cara de lástima que puedo.
-         No me conocías cuando fue mi cumpleaños, y además, no puedo conservarla — me entrega una vez más al animalito
-         No dirías lo mismo si supieras por lo que ha pasado esta pequeñita — le digo mientras acurruco a la gatita contra mi nariz- esta chica fue encontrada con 2 días de vida, a orillas del lago de Hyde's Park. Junto a su camada, su madre había sido atacada por perros... Ella es la única que se salvo de los siete hermanitos.
-         No puedes hacerlo, Jared.... Ese es un golpe bajo- me dice con su mirada de no-me-jodas. ¿Recuerdan esa arruguita que se forma en su frente cuando está molesta? ¿esa que tanto me gusta? Ahí está. Su ceño está completamente fruncido. Su boca es una línea- ¿Porqué?
-         Bueno, es una buena compañía, y prefiero los gatos- le confieso. Mi verdadera intención, además de la compañía claro, es que se encariñe con la gatita y cada vez que la vea, me recuerde. ¿Infantil? Por supuesto ¿Efectivo? Bueno, la mirada en los ojos de Ania, esa mezcla de empatía y tristeza, me dice que si.
-         Cuando era pequeña siempre le preguntaba a mi madre porque no me había nombrado con un nombre más normal. No me gustaba Ania. Yo quería llamarme Stephanie. Nómbrala así — me dice extendiendo las manos para recoger a la bola de pelos oscura que es Stephanie.
-         Ella está muy agradecida, Ania.
-         Bueno, dado que estoy húmeda por el rocío, me tome un taxi, atravesé todo el Central borough* y parte del West End, todo vestida en pijamas por tu "urgencia"- hace las comillas con los dedos sin soltar a Stephanie de su lugar- y ahora poseo una mascota de la noche a la... medianoche, creo...- dice y me mira con algo de rencor — podrías ser amable y ofrecer un café, ¿no lo crees, Jared?
-         Por su puesto, pero tengo algo mejor- le digo moviendo mis cejas para arriba- mira en el refrigerador.
Ania me ve de forma cautelosa, y lentamente, hace que sus pantuflas de patos se dirijan hacia el refri. Cuando lo abre  me dice:
-         Mmm... en este momento siento que he sido stalkeada.
Algo así, en realidad, July me comento por su afición a la tónica. Y después de comprar a Stephanie compre una provisión en la licorería que quedaba al lado de la tienda de mascotas.
-         Quizás un poco... Tengo Ginebra.... Por si gustas- ofrezco.
-         Mmm... Podría ser.
Nunca supe que ofrecer un simple trago, terminaría en lo que termino.

Jared y Ania

Jared y Ania