- Feliz cumpleaños — le digo a Ania con una sonrisa que sobresale de los límites de mi rostro
- Hoy no es mi cumpleaños- me dice con un gesto de incredulidad — y aunque sea preciosa no puedo aceptarla. Gracias — entrega la bola de pelos sin nombre en mis manos
- Ya lo sé, pero fue este año y yo no te regale nada, debía remediarlo — le digo entregándole a la gata en sus manos- Y no puedes dejar a una gatita indefensa sin hogar- le digo poniendo la mejor cara de lástima que puedo.
- No me conocías cuando fue mi cumpleaños, y además, no puedo conservarla — me entrega una vez más al animalito
- No dirías lo mismo si supieras por lo que ha pasado esta pequeñita — le digo mientras acurruco a la gatita contra mi nariz- esta chica fue encontrada con 2 días de vida, a orillas del lago de Hyde's Park. Junto a su camada, su madre había sido atacada por perros... Ella es la única que se salvo de los siete hermanitos.
- No puedes hacerlo, Jared.... Ese es un golpe bajo- me dice con su mirada de no-me-jodas. ¿Recuerdan esa arruguita que se forma en su frente cuando está molesta? ¿esa que tanto me gusta? Ahí está. Su ceño está completamente fruncido. Su boca es una línea- ¿Porqué?
- Bueno, es una buena compañía, y prefiero los gatos- le confieso. Mi verdadera intención, además de la compañía claro, es que se encariñe con la gatita y cada vez que la vea, me recuerde. ¿Infantil? Por supuesto ¿Efectivo? Bueno, la mirada en los ojos de Ania, esa mezcla de empatía y tristeza, me dice que si.
- Cuando era pequeña siempre le preguntaba a mi madre porque no me había nombrado con un nombre más normal. No me gustaba Ania. Yo quería llamarme Stephanie. Nómbrala así — me dice extendiendo las manos para recoger a la bola de pelos oscura que es Stephanie.
- Ella está muy agradecida, Ania.
- Bueno, dado que estoy húmeda por el rocío, me tome un taxi, atravesé todo el Central borough* y parte del West End, todo vestida en pijamas por tu "urgencia"- hace las comillas con los dedos sin soltar a Stephanie de su lugar- y ahora poseo una mascota de la noche a la... medianoche, creo...- dice y me mira con algo de rencor — podrías ser amable y ofrecer un café, ¿no lo crees, Jared?
- Por su puesto, pero tengo algo mejor- le digo moviendo mis cejas para arriba- mira en el refrigerador.
Ania me ve de forma cautelosa, y lentamente, hace que sus pantuflas de patos se dirijan hacia el refri. Cuando lo abre me dice:
- Mmm... en este momento siento que he sido stalkeada.
Algo así, en realidad, July me comento por su afición a la tónica. Y después de comprar a Stephanie compre una provisión en la licorería que quedaba al lado de la tienda de mascotas.
- Quizás un poco... Tengo Ginebra.... Por si gustas- ofrezco.
- Mmm... Podría ser.
Nunca supe que ofrecer un simple trago, terminaría en lo que termino.
Ufff! No puede terminar así este capítulo!! Jajaja
ResponderEliminarConstanza ya te había dicho que tu historia me atrapó desde el comienzo, porque es tan vivaz, agil, inteligente y tan reales las situaciones y los personajes, pero aún así tienen magia.
Espero con ansias tu siguiente publicación.
P.D. No me aguanté a leerlo de poquito en el grupo de facebook.
Ahora subo actualizaciones.... !!! Esperame unos minutos.
ResponderEliminarMe alegra haber podido llegar a atrapar a alguien, y a pesar de los clichés clásicos que pueda tener me gusta "hacerla realista"
P.D. No hay problema, te agradecería que me recomiendes entre tus amigas. :)
Besos !!