Ania POV.
¿Qué demonios….?
Oh mi Dios. Asique, estoy con resaca,
en un lugar que no es mi casa.
Un momento, es una cama, y es cómoda.
Mi mano, no la siento…
Oh… Mi… Puta… Ma…
Jared, durmiendo… de mi mano.
WTF, ANIA!?
Bien, mi subconsciente siempre tan amable cuando tenía
resaca. Para ser justos, me lo merecía. Pero, ¡Qué demonios! Jared, ese apuesto
tipo que es mi jefe, estaba durmiendo en el suelo, y me sostenía la mano desde
allí abajo.
No puedo negar que me enternece, pero…. ¿Cómo llegue aquí?
Miau…
Oh… así. Stephanie salta a la cama, y me dice “buenos días”
restregándose sobre mi tronco.
Tónica, si… Gin Tónics… Muchos.
Que mala pinta tiene esto, no recuerdo qué paso después de…
si! Hable sobre el idiota.
Diablos! ¿Realmente hable sobre él?
Esto no estaba bien. Decidí no hacer la caminata de la
vergüenza enfrente de Jared, por lo que iba a tomar a Stephanie y lárgame de
aquí.
Aunque, se iba a dificultar desde que mi mano estaba siendo
apresada por la de Jared. Intente deshacer su agarre, pero el ¿gruño? Y tiro
más de mi mano hacia su pecho, que debo mencionar estaba bastante abajo, en el
suelo.
Tengo que admitir que ya no sabía cuánto tiempo iba a
aguantar de esta manera. Todos, absolutamente todos me decían que debía darle
una oportunidad a Jared, una oportunidad a mí, para volver a vivir. Pero ¿cómo
hacerlo cuando Jared se parecía tanto en algunas actitudes al maldito?
-
¿Me estas engañando, Ania? Sabía que no
podía confiar en vos
-
No!! No entendes Tomy, el es…
-
No te justifiques, puta!
Todo se volvía borroso, Tomas atacando
a Fran, yo no podía articular palabras, Fran no podía defenderse….
Stephanie me sacó de mi mundo de recuerdos horribles. Tire
de mi mano una vez más y Jared volvió a llevar mi mano cerca de su pecho,
murmuro algo inteligible y apretó más su agarre.
-
¿Qué
dices, guapo?- pregunte, no importaba decirle guapo si no me oía. Estaba
bastante condicionada en cuanto a palabras con el despierto y cerca mío todo el
tiempo. Pero a mí misma no me podía engañar, me gustaba este idiota.
-
Quiero
tenerte, y… tu… ayudarte a sanar….quiero…- su voz era ronca por el sueño. Pero
entendí claramente las dos frases que dijo.
Mi pecho se sentía como si hubiese sido aplastado por una
tonelada de sentimientos que habían desbordado la presa que tan minuciosamente
había construido.
Mi estomago, bueno… calculo que los gin tonics contribuyeron en algo, pero era como una cama
elástica donde tres gigantes jugaban a ver quién saltaba más alto.
Sentí ganas de llorar, y mi boca se seco. Sólo sentía esa
tristeza… ese gusto metálico en mi boca, sabía que no era sangre, o culpa. Era
angustia.
Si me animaba a esto… Jared podía no ser como el idiota,
pero era un hombre corriente detrás de su hermosura, y cualquier hombre puede
morir de la noche a la mañana. Eso, yo no lo soportaría.
Tire de mi mano, pero no tuve en cuenta que del otro lado
Jared volvería a tirar, y como estaba en el borde de la cama… Bueno, caí
estrepitosa y poco elegantemente sobre un dormido Jared.
-
Qué!?
Qué!? – Jared se despertó bruscamente, pero se cayó por completo cuando se dio
cuenta de que había caído como un manatí muerto sobre el – Bueno… Buenos días?
– me saludo el levantando las cejas.
-
Lo
siento – piensa, piensa, piensa, tarada!!
– debí haber rodado – bien…crisis
evitada.
Me di vuelta hasta caer en el suelo a
un lado de Jared, y atine a levantarme cuando el tomo mi muñeca antes de que
pudiera siquiera sentarme.
-
¿Estás
bien? ¿Te lastimaste? – pregunto, realmente parecía preocupado. Por supuesto, podrías demandarlo… por…
romperte una uña, y probablemente sacarías mucho dinero.
-
Estoy
bien gracias. Eh… ¿tu baño?
-
Es
esa puerta- me señalo tranquilo desde ¿era eso un saco para dormir? ¿había
dormido en el suelo, apropósito? – ¿Te apetece un café negro?- pregunto
mirándome tímidamente.
-
Linda
forma de decir que tengo cara de zombie – bromee, mientras me dirigía al baño.
-
Te
diría que te ves hermosa cuando despiertas, pero…- me di vuelta y lo mire
cuando hizo una pausa - … bueno, posiblemente no me creerías y me insultarías –
dijo, su expresión era la de un niño regañado.
-
Probablemente
tienes razón…- dije abriendo la puerta del baño, y me di vuelta- pero no puedes
culparme, ¿no? – dije con una sonrisa falsa señalando hacía mi cara y mi
cabellos, los cuales apostaría, estaban hechos un desastre.
La verdad es que me dolió saber que
Jared sabía que reaccionaria tal cual me dijo. Mi escudo exterior se estaba
infiltrando dentro de mí tan progresivamente, que era difícil de notar cuando
actuabas como perra de forma intencional, a cuando lo eras naturalmente.
Canción para escuchar mientras lees el capítulo, White Demons Love Song- The Killers
Canción para escuchar mientras lees el capítulo, White Demons Love Song- The Killers
No hay comentarios:
Publicar un comentario